Testamentos, Casos Testamentarios y Sucesiones
La pérdida de un ser querido es un momento difícil para la familia, parientes y amigos. Muchas veces los sobrevivientes tienen que averiguar frecuentemente cómo transferir o heredar los bienes de la persona que falleció. Esto puede incluir una casa, cuentas de banco, y muchas otras cosas. Los bienes que deja una persona cuando fallece se llaman “la sucesión del difunto”. El “difunto” es la persona que falleció. Su “sucesión” son los bienes que tenía cuando falleció. (https://www.courts.ca.gov)
El proceso de sucesión o proceso de legalización de un testamento es conocido como "probate" en inglés. Es un procedimiento legal mediante el cual se valida y ejecuta el testamento de una persona fallecida. Durante este proceso, un tribunal supervisa la distribución de los bienes y el pago de las deudas del difunto. Si la persona no dejó un testamento, el tribunal sigue las leyes de sucesión intestada del estado o país para determinar cómo se repartirán los bienes. Este proceso puede incluir la identificación y valoración de los bienes, el pago de impuestos y deudas, y la transferencia de la propiedad a los herederos o beneficiarios designados.
El proceso de sucesión puede variar según la jurisdicción, pero generalmente implica varios pasos, como la presentación del testamento ante el tribunal de sucesiones, la notificación a los herederos y acreedores, y la resolución de cualquier disputa que pueda surgir. En algunos casos, este proceso puede ser largo y complejo, especialmente si hay desacuerdos entre los herederos o si el patrimonio del difunto es considerable. La finalidad del proceso de sucesión es asegurar que los deseos del fallecido, tal como están expresados en su testamento, se cumplan de manera ordenada y legal, garantizando al mismo tiempo que los derechos de los acreedores y de los herederos sean respetados.